La serie de televisión Shark Tank puede proporcionar un mecanismo útil para examinar las ideas de proyectos cuando los recursos son escasos.
Uno de mis programas de televisión favoritos es la serie Shark Tank. Para aquellos que no están familiarizados, cada semana media docena de empresarios lanzan un negocio a los tiburones, a un grupo de inversores y a gente de negocios de una variedad de orígenes. Los empresarios comienzan con una breve descripción de su producto o servicio, después de lo cual los tiburones disparan preguntas al empresario. En última instancia, los tiburones pueden elegir invertir su propio dinero en la empresa, o el empresario puede dejar la habitación sin un centavo. Ocasionalmente, un lanzamiento bien ejecutado causará una guerra de pujas, o varios tiburones para poner en común su inversión para obtener una parte de la acción. Los productores hacen un buen trabajo seleccionando todo tipo de productos, desde servicios tecnológicos hasta productos de consumo e incluso esotéricos, con un empresario lanzando un servicio para dibujar gatos por $29.95 el dibujo.
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Lo que es interesante es que después de unos cuantos episodios, el espectador comienza a notar tendencias con los empresarios. Algunos se sienten obviamente incómodos con los números y luchan por articular las métricas financieras básicas. Otros están enamorados de su producto o servicio y se niegan a responder a cualquier crítica razonada, en vez de ponerse a la defensiva. Y otros han sido víctimas de la publicidad que rodea a una tecnología en particular o a un segmento de mercado en auge, llegando con valoraciones ridículas o expectativas irrazonables para la adopción por parte de los clientes.
Construcción de su propio tanque
Curiosamente, he escuchado de varios clientes que han implementado su propia versión interna de Shark Tank. En algunos casos, los vicepresidentes hacen presentaciones similares a las de los tanques de tiburones a la junta directiva, tratando de convencerlos de que sus planes de negocios son una buena inversión para la compañía. En otros casos, las presentaciones utilizan tiburones de otras unidades de negocio para examinar una serie de planes de negocio divisionales. El CMO y el COO pueden ser tiburones que audicionan varias iniciativas de TI, por ejemplo.
La diferencia entre un formato similar a un tanque de tiburones y la presentación habitual es que el presentador se ve obligado a presentar su idea como una opción entre varias, en lugar de una sola iniciativa considerada de forma aislada. Además, mientras que el tanque de tiburones no es inherentemente adversario, hay una diligencia y franqueza que viene con los tiburones invertir su propio dinero en un negocio. El interrogatorio rápido es la norma, y rápidamente se hace evidente cuando un plan de negocios no ha sido considerado en su totalidad. En algunos casos, puede ser un poco inquietante ver la falta de consideración que se ha invertido en enormes iniciativas altamente estratégicas que podrían cambiar la fortuna de la empresa.
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Si considera lanzar un formato de tanque de tiburones para investigar las iniciativas, asegúrese de que todos los participantes hayan visto algunos episodios del programa y sepan qué esperar. Si bien esto puede parecer una novedad para algunos participantes, la intención es muy real: examinar rápida y rigurosamente una iniciativa antes de que la empresa invierta dinero en ella. Al igual que los participantes en la feria, cada empresario debe estar totalmente preparado con una visión general de su iniciativa, una fuerte comprensión del caso financiero y de cómo la iniciativa generará en última instancia ingresos de los clientes finales de la empresa. Pida a los tiburones que seleccione que consideren cada idea a lo largo de estas tres dinámicas también, y que consideren los fondos corporativos como sus propios euros de inversión. ¿Gastarían en última instancia su propio dinero en la iniciativa que se presenta?
Recuperación post-tanque
Ocasionalmente, un Tanque de Tiburones interno puede terminar como un desastre límite, con líderes de alto nivel incapaces de articular cómo una iniciativa impactará positivamente a la compañía, o incapaces de responder incluso preguntas básicas sobre las métricas financieras que han proporcionado. Esto debería demostrar de manera convincente el trabajo correctivo que se debe aplicar al plan de negocios de una iniciativa en términos bastante crudos.
En otros casos, es posible que te quedes con una sobreabundancia de conceptos de alto nivel y anheles la financiación para lanzarlos todos. Esto puede justificar la adquisición de un presupuesto adicional de manera bastante convincente, o generar interés en consolidar varias iniciativas en todas las líneas de negocio.
En cualquier caso, el tanque de tiburones debe aumentar la calidad de las iniciativas que se presentan, y crear una necesidad obvia de diligencia adicional antes de que sean presentadas.